¿Te has preguntado alguna vez por qué a lo largo de tu vida han aparecido personas que han tenido un impacto importante en tu forma de ver y hacer las cosas? ¿Has notado que, sin proponértelo, estas personas aparecieron en algún momento y lugar y tal vez no las volviste a ver, o las circunstancias de la vida hicieron que tú y él (o ella) tomaran rumbos diferentes?
Y no estoy hablando necesariamente de los buenos y grandes amigos con los que de una u otra manera existen vínculos a través de los años. Estos podrían haber sido de gran influencia para ti, pero creo que podríamos incluir también a aquellas personas que te dieron ese toque que necesitabas para vivir mejor, o te alcanzaron la información necesaria para resolver una situación y dejaron una señal en tu vida que puedes reconocer al pasar de los años.
Si haces un esfuerzo por recordar, podrás encontrar a estas personas especiales, quizás un maestro, el hermano mayor de nuestro mejor amigo, un tío, un psicólogo, un escritor, un cantor, etc. etc.
Y pensando un poco en esto, le pedí a Rosa Geldres, una mujer muy valiosa a quien tengo la suerte de conocer, que nos contara su historia de vida y la influencia que tuvo en ella su encuentro con algunas personas. Aquí su relato:
“Mi tía Teresa, quien me crio, fue la que me incentivó a leer desde niña; siempre me regalaba cuentos y en la adolescencia, novelitas rosa. Esto mitigaba mis temores e incentivaba mi imaginación, lo que más adelante me ayudaría mucho a resolver problemas. Ya en el colegio tuve a dos amigas, Lilian y Nelly que eran todo lo opuesto a mí; siempre me estaban animando a enfrentar mis miedos de adolescente y me motivaron a presentarme a la universidad. Yo ingresé, pero ellas no y a partir de entonces nuestras vidas se separaron. Siempre les estaré muy agradecida por la buena influencia que ejercieron en mí.
Siempre me ha gustado la lectura de novelas y relatos de personas reales que lograron tener vidas ejemplares, a pesar de enfrentar momentos difíciles y adversidades que finalmente lograron vencer. Y fue Rebeca, mi amiga y vecina de la infancia la que me prestaba unas revistas de quiosco sobre vidas ejemplares que sus padres le compraban. Estas lecturas eran como vitaminas espirituales que me animaban a ser más fuerte emocionalmente.
Luego de ingresar a la universidad, conocí a Sara una compañera que asistía a unos talleres psicológicos para mejorar su autoestima. Ella me regalaba sus copias y así conocí los llamados pensamientos inadecuados, estrategias de conducta y métodos para manejar mejor las emociones. Esta información se quedó grabada en mí y me ayudó a cambiar mi visión de las cosas.
Vivo la experiencia de ser madre de una persona especial, esto me llevo a conocer profesionales que me orientaban en la metodología de cómo educar a mi hijo; uno de ellos fue el terapista Oscar quien me ayudo con mi autoestima y a creer más en mis fortalezas, convertir y aceptar mis debilidades, él me regalo un pequeño libro acerca del autismo que fue como una biblia para mí y siempre me aconsejaba otras lecturas, entre ellas, «El Poder del Ahora» un libro de cabecera que me sigue alimentando espiritualmente hasta la fecha.
Con el correr del tiempo y con los hijos ya grandes, un día me encontré con una amiga y vecina de mi antiguo barrio, Roxana García, ella estaba por matricularse en un curso dentro de las ARTES SOMÁTICAS APLICADAS , que se llamaba «Proceso Creativo: Para Crear …Crea” y me animó a acompañarla a una clase maestra para tener una idea . Me gustó mucho y me matriculé, al principio con mucho temor, pero hoy me alegro de haberlo hecho porque fue como mi despegue hacia una vida con respuestas a favor de mi superación como persona , con errores, pero con mente abierta a las soluciones que sólo yo podía crear; un aprendizaje para FLUIR con la vida y aceptar lo que yo no puedo cambiar, pero siempre intentando, buscando, sin esperar resultados; simplemente saboreando y aceptando mi misión en la vida tal como es : «Un proceso creativo». Por eso siempre digo: “Todo pasa por algo».
Cuenta también el sabio cantautor argentino Facundo Cabral, que fue un monje jesuita el que le cambió la vida. Este le dio refugio temporal en una biblioteca repleta de libros; a partir de entonces, descubriría a través de la lectura de grandes autores, que la vida estaba llena de sentido y que el mundo tenía innumerables y hermosos caminos; caminos que él decidió recorrer por el resto de sus días.
Y fue justamente el escuchar por primera vez un concierto de Facundo Cabral (en un ahora ya obsoleto cassette ) que mi vida tuvo un despertar muy importante. Su mensaje de libertad y amor universal, su enfoque simple y a la vez profundo de la vida, su fino humor para contar las experiencias de su vida influyeron enormemente en mi visión del mundo. Cuando tuve, por ejemplo, que cambiar de empleo porque estaba en juego mi equilibrio interno o mis principios éticos, o cuando era tan difícil terminar una relación afectiva que estaba hipotecando mi propia esencia y libertad, la letra de algunos de sus temas o alguno de sus divertidos monólogos, iluminaban mi entendimiento.
Pero también estuvo mi querida profesora de inglés: Ruth H., quien durante el recreo de media mañana en el colegio secundario, me llamó a un lado y me dijo: “Vicky, tú tienes una enorme facilidad para aprender inglés, y por eso creo que debes estudiar ese idioma, y no solo ese, sino muchos otros, porque además eso te ayudará a desarrollar tu don de comunicar.” Tenía 13 años entonces y no tenía idea de las habilidades que podría llegar a cultivar. Muchos, muchos años después, sus palabras se cumplieron con gran exactitud. Hoy, ella ya no está en este plano, pero sus palabras me acompañan siempre.
Es cierto que a lo largo de la historia ha habido siempre voces que han dejado mensajes importantes para la humanidad y han servido de inspiración a muchos seres humanos. En el campo místico , esotérico y espiritual , la centenaria librería londinense Watkins, especializada en Mente, Cuerpo y Espíritu, realizó hace algunos años una lista de los cien líderes espirituales más influyentes del mundo post moderno. En ella figuran nombres como: el Dalai Lama, Thich Nath Hanh (maestro Zen, activo pacifista), Wayne Dyer, Paulo Coelho, Deepak Chopra, Papa Francisco, Ekhart Tolle, entre otros.
Sin embargo, en la vida de cada uno de nosotros, simples mortales, han aparecido esos “lamas, dyers y chopras” que nos han inspirado y sugerido una nueva visión de las cosas.
Javier Barros del Villar, en un interesante artículo sobre los líderes espirituales reconocidos mundialmente por Watkins, hace mención a esos nuestros gurús personales anónimos con esta sabia reflexión:
“… quizá sean estas las personas ‘espiritualmente más influyentes del mundo’ (refiriéndose a la lista de los cien realizada por la librería Watkins) pero lo que considero incuestionable es que existen por ahí miles de maestros anónimos, con quienes un encuentro espontáneo en el lugar menos esperado, puede detonar en nosotros un indeleble proceso de aprendizaje. Y disfrazados de conductor de taxi, de carpintero, o de bibliotecario, estas personas, con su cotidiana ‘ejemplaridad’, son responsables de una buena porción de la esperanza evolutiva que hoy tenemos. Por eso este texto es dedicado a ellos, los ejemplares desconocidos.”
Entonces… ¿Será que el alumno y el maestro existen desde todos los tiempos y en todos los lugares, pero no necesariamente se encuentran en las aulas de escuelas y universidades?
¿Será, tal vez, que el conocimiento, el verdadero conocimiento, el que te servirá para enriquecer tu vida y hacer posible tu evolución, no requiere de matrículas, pensiones elevadas y grados y títulos?
Sin desmerecer en absoluto el sistema educativo establecido – indudablemente útil para adquirir información y desarrollar competencias – quisiera sugerirte que de cuando en cuando recuerdes con gratitud a tus gurús personales; esos que dejaron huella en tu camino casi silenciosamente, y te trasmitieron información valiosa que detonó en ti, el mecanismo de tu evolución.
Gracias Vicky por permitirme hacer una reflexión para «VIVIR EN TU SER» me ha llevado a viajar en el tiempo y acordarme de mis maestros espontáneos , descubro que he sido una persona muy afortunada , le doy gracias a todos y cada uno de ellos, siempre estuvieron en el momento y lugar precisos con un consejo , una sugerencia, un apoyo moral y físico, cuando lo necesite a lo largo de mi vida. Me siento feliz y renovada por estos recuerdos. Gracias.
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Somos nosotros los afortunados de poder conocer a través de tu relato la forma en que estas maravillosas personas pusieron su toque de amor y sabiduría en tu vida. Vida que ahora vives en plenitud y confianza, y que siempre trasmites a los que tenemos la suerte de conocerte. Un abrazo del alma y gracias por SER y compartir lo con nosotros.
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Excelente artículo Vicky
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Gracias vikita por esta reflexion ;cuantos maestros han pasado por nuestra vida dejando una gran leccion ,apesar de todo uno va evolucionando de todas esas grandes lecciones .y fortalezemos nuestro interior.creo que siempre esta el maestro que ve en nosotros esa luz y el camino a seguir
Lindo mensaje gracias por compartirlo vikita😘
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Tienes razón Patty , la vida siempre nos presenta maestros, son como faros en el camino o flechas que nos indican una dirección a seguir. Algunas veces nos damos cuenta y otras no, pero siempre nos ayudan a mejorar. Agradezco mucho que nos compartas tu sentir porque así nos reafirmamos en estas verdades del alma y nos damos cuenta de lo mucho que los seres humanos tenemos en común. Un gran abrazo .
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te agradezco viky por compartir tantas artículos y experiencias motivadoras para seguir el ejemplo de muchas personas como tú.
gracias por ser y estar.
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Marcela, lo hermoso de ser humanos es esa naturaleza común que nos conecta a pesar de las aparentes diferencias externas. Sé que donde quiera que te encuentres estás siempre dando de ti a los que te rodean; en especial a tus alumnos. Estoy segura que dentro y fuera de las aulas eres esa maestra que deja huella…
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Muchas gracias por este articulo o lectura de ayuda para mi en estos tiempos necesitamos mucha ayuda en nuestra parte afectiva espirual muchas gracias
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Estamos conectados en el deseo de vivir cada vez con más paz y armonía. Nuestras experiencias nos van enriqueciendo y mostrando el camino. Agradezco mucho tu mensaje , pues me acompaña a la distancia y alienta a continuar. Un fuerte abrazo.
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Wauuu Vicky, no hace mucho me preguntaba que significaba el hecho de que muchas personas pasaron en el transcurrir de mi vida y otras aún están, las cuales dejaron muchas enseñanzas para mejorar mi vida. Ahora se que son mis maestros sin huellas, todas esas personas me dejaron una gran enseñanza. Aunque en un determinado momento no me gustaba lo que me decían, hoy lo agradezco porque al poner en práctica lo escuchado dio maravillosos resultados. Mil gracias.
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Tienes mucha razón, Milagros. Nuestros maestros silenciosos a veces se presentan con ideas muy opuestas a nuestra forma de pensar en un momento determinado, y solo con el tiempo llegamos a comprender que sus mensajes eran como flechas guía que nos indicaban un camino distinto a seguir. Lo importante es evaluarlo en el tiempo y agradecer en silencio su ayuda aunque ya no estén cerca. Gracias por tu interesante reflexión.
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Mucha gratitud para las personas que con sus actos y palabras dejaron huellas en mi ❤ gracias a "vivir en tu ser " , por hacer estas reflexiones cada día .
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Tu comentario resume el sentido de esta reflexión , pues la gratitud con los maestros de nuestras vidas es la mejor forma de reconocer todo el bien que recibimos de ellos. Gracias por compartir tu sentir con nosotros.
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