“Si volviera a nacer, seguro que sí lo haría” “Hay que tener mucho valor para dejarlo todo y empezar de nuevo ¡Uy! Eso ya será para la otra vida porque en esta, no creo que la haga… ¿Empezar de cero? ¡Ni hablar!
Visto y oído así, claro que suena lógico o hasta convincente ¿Cómo se puede dejar una forma de vida estable y aceptada por una aventura? ¿Cuánto riesgo hay en lo nuevo, lo incierto, lo no garantizado?
Todo esto puede ser lógico si razonas como asesor financiero, empresario responsable, prudente madre o padre de familia, bien intencionado sacerdote o coach neuro lingüístico; pero me temo que la Vida no reconoce estos códigos ni razonamientos lógicos, y antes bien, discurre en un torrente distinto desplegando traviesamente una fuerza creadora y recreadora que arrastra a su paso más de un bien intencionado proyecto personal , que nosotros, simples mortales, elaboramos con tanto esfuerzo y dedicación en este , no digamos valle de lágrimas (que suena a telenovela turca), sino loco mundo.
Lo que trato de decirte es que por más planeado, mapeado y monitoreado que tengas tu proyecto de vida, la posibilidad que se desbarate más de una vez no es tan baja como puedes creer o desear. Existen muchas personas en el mundo que pueden dar fe de esto y no necesariamente son solo los personajes con historias de vida increíbles que aparecen en la tele como símbolos de esfuerzo, resiliencia y superación; esos que luego de conocer sus historias te hacen pensar cosas como: “Asuu… Qué fuerte, qué tal espíritu de superación! Ese nació para alcanzar su sueños, es un elegido…”
Y sin quitarles mérito a estos simpáticos personajes, solo quisiera acercar un poco la lupa y observar una vida en apariencia más simple como pudiera ser la tuya, la mía o la de tu vecino o compañero de trabajo/estudios menos carismático:
Vives en una casita, depa o habitación, a veces solo, y muchas más veces en compañía de tu sagrada familia. Tienes una rutina de estudios o trabajo, un círculo de amigos más grande o más pequeño (que para el caso da lo mismo), algunas actividades que te gustan o te conviene hacer (gimnasio, charlas de café, chelas con amigos, partidito de fútbol, clases de…lo que quieras, etc.) De pronto, un día despiertas, te alistas como siempre para tus actividades del día y recibes una llamada o mensaje anunciándote que tu jefe/profe/buen amigo murió de un paro cardíaco fulminante. Esta noticia obviamente te impacta tremendamente y de pronto empiezas a preguntarte qué pasó, por qué, y por ahí surge algún cuestionamiento sobre lo injusta que es la vida. Tal vez piensas cómo estará tu corazón, si estás o no cuidando tu salud o quizás que tienes que prestar más atención a tu propia vida (esto ya es menos común).
Aparentemente la vida de este ser querido ha concluido y esperas de todo corazón que esté muy bien en “la otra vida”, “el más allá”, “el cielo, el purgatorio…”. En algunos casos puedes reflexionar un poco sobre cómo evitar una muerte así o ver de qué manera podrías mejorar tu propia vida, hacer algo que hasta ahora no has hecho, buscar a alguien que no ves hace tiempo, reparar alguna relación , resolver un asunto pendiente, etc. Pero no necesariamente será así, es más, en la mayoría de los casos el shock no dura más de una semana.
Pero este tipo de hechos no son los que pueden desestabilizar tu proyecto personal, al fin y al cabo, le pasó a otro, no a ti.
De lo que te hablo es cuando, por ejemplo, se te presenta un proyecto de trabajo en otro país, que aparece como una excelente oportunidad de desarrollo profesional y personal; entonces, luego de evaluar la propuesta concienzudamente, tomas la decisión de aceptarlo. Renuncias a tu trabajo, cancelas el contrato de alquiler de tu depa, inviertes los ahorritos de los últimos años y faltando un par de días para partir, este viaje se trunca sin razón aparente, la oferta de trabajo en otra país se cancela y no te queda más remedio que volver a empezar. En principio, ya no trabajarás ni vivirás en el misma zona, ni te moverás dentro de tus rutinas habituales, habrán muy pocos amigos dispuestos a hacerte un préstamo, pasarás varios meses sin trabajo y probablemente tendrás que reinventarte. (Léase: Nacer de nuevo dentro una sola vida, pero esta vez no habrán pañales ni biberón).
O también puede ocurrir que estás casada o casado por más de una década y formaste con mucho esfuerzo una empresa en sociedad con tu cónyuge , en quien confiaste plenamente los asuntos financieros, y resultó que este/a muy solapadamente tenía otro amor a escondidas con el que finalmente gastó irresponsablemente el capital de ambos, para luego de haber desviado los fondos familiares a una cuenta personal , fugó con su nuevo amor dejándote no solo adornada la cabeza sino deudas e hipotecas que pagar y más de una cuenta en rojo. En este caso, el proceso para llegar a ver y creer la realidad suele ser más lento y doloroso. Pueden pasar meses y hasta años para que descubras todo, todo. En el camino puedes confundirte e intentar reconquistar al infiel, encargar tu empresa a otra persona, deprimirte, consultar brujos, etc., pero inevitablemente luego de algún tiempo estarás devastada, no solo emocionalmente sino también, económicamente. Y el inevitable aterrizaje se dará pero definitivamente será en otras tierras, unas que nunca transitaste. (Entiéndase: Morir y Resucitar en una misma vida, sin necesidad de ser Jesucristo ni tener de testigo a los Doce Apóstoles).
Y un caso más simple, pero no por eso menos sorprendente:
Eres una competente traductora de idiomas, enseñas en varias universidades e institutos, tu tiempo está copado y te levantas muy temprano para cumplir con todos tus compromisos laborales. Una mañana fatídica de Junio, sales de casa a ofrecer tus servicios como intérprete en un evento internacional, y a pesar de estar lluvioso y húmedo, decides usar los tacones altos que realzan tu presencia en vez de un par de botas de tacón bajo. Al llegar al lugar del evento, subes rápidamente los tres escalones de la escalera de entrada y tropiezas en el cuarto cayendo pesadamente al piso y golpeándote la frente; el golpe afecta la zona de tu cerebro que dirige el pensamiento lógico y la escritura, y a partir de entonces, tendrás que dedicarte a cualquier otra actividad menos escribir o traducir. (Léase: Cambio de chip, Nueva forma de relacionarte con el mundo. Aprender habilidades muy distintas a las ejercitadas hasta hoy en tu vida. Volver a empezar.)
Entonces, SÍ es posible volver a empezar o nacer de nuevo . Y esto nada tiene que ver con morirse físicamente o ser un irresponsable loco aventurero. Es la Vida misma la que te ofrece la oportunidad de reinventarte, de recomenzar con humildad y apertura, de asumir nuevos retos, no solo una sino varias veces en una sola vida física.
Por más que te cuides, planifiques y quieras controlar las cosas que ocurrirán en tu vida, existe una Fuerza Mayor, un diseño más amplio y creativo cuyo impacto y repercusión en Tu Vida va mucho más allá de lo que concibe tu pequeña mente. Y puedes estar seguro que te direccionará siempre hacia tu mayor evolución. No es fatalidad, ni mala suerte, ni que “no hiciste bien tus afirmaciones”, lo que ocurre es que simplemente nadie sabe el día ni la hora, no la de la muerte física que solo es una anécdota, sino el momento en que el cauce del río de Tu Vida dará un quiebre decisivo para recorrer tierras vírgenes. Y ocurrirá de manera muy parecida a cuando ves por primera vez una muñeca rusa, pero al revés : la muñequita más pequeña será reemplazada por una más grande y esta por otra y por otra pero cada vez mejorada, enriquecida con más y más detalles.
Por esto, pasaremos todos, no solo los héroes que vemos en la tele, lo que ocurre es que a unos puede tocarles antes y a otros después o muuucho después, para tu gusto, pero de que llegará, llegará y verás entonces que la Vida, o Dios, o como quieras llamarlo, te regalará siempre la posibilidad de Volver a Nacer antes de que asistas a tu propio entierro o cremación.
¡Hasta tu/nuestro próximo Bautizo!
Si tienes toda la razón del mundo , este articulo me ha penetrado emocional e intelectualmente en toda su magnitud, pienso como tu y ahora mas convencida que nunca, uno puede y debe estar dispuesto a empezar una y mil veces , si caigo pues me levanto y sigo , el final del acto de vivir llegara cuando deje de respirar , eso…….. lo se.
Tuve una época de vida , donde hice planes , trace caminos, me puse metas y etc todo era un aprendizaje constante, pero esto me llenaba de ansiedad, llegar…… terminar….empezar…… y etc una competencia constante conmigo misma, viéndome esperando que me vieran y etc esto termino un día , y como siempre decidí hasta acá nomas…. fluir con la vida y seguir adelante siempre, siempre , siempre . AMEN
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué bella y sabia reflexión, Rosita! Tu experiencia de vida es muy rica y estoy segura será de gran ayuda para todo aquel que se acerque a ti. Un abrazo enorme y mil gracias por tu comentario.
Me gustaMe gusta