Ver, leer o escuchar las noticias de lo que pasa en el mundo cada día, resultó casi siempre desalentador para mí, “¡Hay tanto por mejorar y cambiar!” pensaba y me preguntaba “¿Cómo podría ayudar yo?”; sentía que por mucho que me esforzara era muy poco el impacto que mis actos podían tener.
Hasta que una tranquila tarde de domingo llegó a mí una información sorprendente, algo que cambiaría para siempre esa visión mía de lo difícil del cambio a nivel de grupos humanos o sociedades de esta nuestra variada y compleja raza humana.
Estoy hablando de “La teoría del centésimo mono”, que recibió este nombre a partir de unos experimentos que científicos japoneses realizaron en la Isla Koshima, cerca de Japón el año 1952.
Intentaré resumirla así:
1º
Científicos que estudiaban el comportamiento de los monos de la especie Macaca Fuscata, empiezan a proporcionarles una especie de papas dulces que dejaban caer en la arena. A los monos les gustó el sabor pero las tiraban por estar sucias con la arena.
2º
Un día, una mona joven las lavó y las comió. Enseñó el truco a otros monos jóvenes y estos a sus padres. Los monos mayores no aprendieron.
3º
Poco a poco, entre 1952 y 1958, todos los monos jóvenes y sus padres sabían ya lavar las papas y comerlas.
4º
Un día de otoño, cierto número de monos (digamos 99) lavaban las papas antes de comerlas , y al día siguiente, el mono número 100 aprendió a lavarlas. Por la tarde, todos los monos de la tribu lavaron las papas antes de comerlas.
¿Qué había ocurrido?
El centésimo mono había sumado la energía necesaria para crear una masa crítica y a través de ella una expansión, una eclosión ideológica entre los monos de esa tribu. Pero lo más sorprendente es que las colonias de monos de otras islas del continente asiático que se encontraban alejadas de Koshima y con las que no había posibilidad alguna de contacto físico, empezaron a lavar también sus papas antes de comerlas.
Esto sorprendió tremendamente a los científicos, ya que era imposible que la información hubiera sido trasmitida a los monos de las otras islas por ningún medio físico, parecía más bien, que el nuevo aprendizaje había viajado por una vía invisible recorriendo espacio y en un lenguaje no audible ni visible a nuestros sentidos.
Este es el punto de partida que dio inicio a la Teoría de los Campos Mórficos o Morfo genéticos.
El biólogo y filósofo británico Rupert Sheldrake fue el pionero en este campo y realizó múltiples experimentos con plantas y animales. Se preguntó, por ejemplo: “¿Por qué un árbol de determinada familia se estructura de manera idéntica en diferentes partes del mundo, pese las diferencias climatológicas, de altura, etc.?”
Realizó también experimentos colocando ratas en un laberinto complicado, observando que luego de numerosos intentos lograban encontrar la salida, pero que las crías de estas ratas podían lograr salir del laberinto en el primer intento. Todo esto lo llevó a formular el concepto de CAMPOS MÓRFICOS: Patrones, modelos o estructuras de tipo inmaterial que se hallan en la Naturaleza en general, y en cada una de las especies en particular.
Descubrió que los miembros de una especie animal reproducen cambios de conducta o procesos de aprendizaje aunque los separen miles de kilómetros y no haya contacto físico alguno entre ellos.
Bandada de gansos Banco de peces Medusas en el océano
Hasta aquí, ya mi cerebrito estaba aventurándose a decir cosas como: “¿Entonces un nuevo aprendizaje o cambio de conducta no necesariamente se tiene que dar por esfuerzo o imitación?”, “¿o sea que existen canales invisibles de transmisión de información?“, “¿o sea que…?”
Pero decidí seguir leyendo e hice bien, porque había más, mucho más …
- Esta teoría examina cómo las cosas adoptan sus formas o patrones de organización sean galaxias, átomos, cristales, moléculas o células, plantas o animales. Dichas formas son influenciadas por los patrones y estructuras (campos mórficos) en que individuos o seres de la misma especie se han organizado en el pasado. Y esto tiene que ver más con los hábitos o repeticiones que con leyes físicas o matemáticas establecidas.
- Los Campos mórficos o morfo genéticos contienen información que una vez creada está disponible y es utilizable con independencia del tiempo y el espacio y sin pérdida alguna de intensidad. Es como si dentro de cada especie de las innumerables que pueblan nuestro planeta o el Universo existiese un vínculo que actuara instantáneamente en un nivel sub cuántico (fuera del espacio/tiempo y de la Tercera Dimensión en la que trascurre nuestra vida física).
Pliegue molecular del ADN Neurona y sus dendritas Copo de nieve cristalizado
Flor fotografiada desde arriba Colmena de abejas Interior de un tallo
Al parecer, la información que se almacena en estos campos se comunica de manera interactiva a todos y entre todos los componentes de una especie, demostrando así una propensión a la colaboración y no a la competencia (¿Te suena esa palabrita?) o lucha por la supervivencia (Teoría de Darwin).
Y algo más, la forma en que se transmite la información se puede comparar con una emisora de radio que está permanentemente emitiendo información en una banda de frecuencias específicas y a la vez está recibiendo y almacenando información lanzadas por otras radios que están en la misma frecuencia.
¿Qué reflexión me provocó estos descubrimientos?
Si vemos con atención el experimento con los monos en las islas de Japón, podemos decir que cuando un número de individuos posee una información o se comporta de una manera determinada, este conocimiento o hábito les pertenece solo a ellos; pero…¡ATENCIÓN! existe un punto en el que si un individuo más sintoniza con el nuevo conocimiento, este llega a todo el colectivo y se socializa para el conjunto de la especie. Y esto ocurre a pesar de que pudieran existir barreras físicas, geográficas o aun de tiempo. En otras palabras, si se logra alcanzar un número suficiente de miembros de una especie (masa crítica) que tengan el nuevo conocimiento o comportamiento, todo el resto de la especie avanzará en este conocimiento o comportamiento dando un salto evolutivo.
VIVE Y RECUERDA:
Tus conexiones con los demás son mucho más fuertes de lo que crees; y tu grado de determinación e influencia en el mundo, mucho más potente de lo que puede parecer. El futuro de la Humanidad y del planeta depende de que el ser humano crezca en consciencia. De que podamos pasar de una actitud “egoica” a una conciencia de Unidad.
Todo lo que hagas en esa dirección contribuye a acrecentar esa “masa crítica” que hace posible el cambio, y esto incluye lo que personal y humildemente hagas día a día en tu vida.
Si te comprometes a vivir el presente, a buscar espacios de silencio y recogimiento interior, a optar por un estilo de vida distinto del ritmo estresante que te quiere imponer la sociedad actual; si decides ajustar tus necesidades a las verdaderas y no a las adquiridas por la influencia del consumismo y los medios de comunicación, si satisfaces estas necesidades con austeridad; si compartes bienes, tiempo y experiencias con los demás y desarrollas hábitos de vida saludables que te proporcionen vida y alegría. Si, por ejemplo, decides usar menos bolsas de plástico, estarás contribuyendo a lograr la expansión de la consciencia del género humano que hará posible una convivencia basada en la cooperación y la unidad. Estarás transmitiendo a un nivel invisible, más allá del espacio/tiempo, la información necesaria para construir la Nueva Humanidad.
¿Quieres ser el mono 99?
muy interesante , pero un poco complicado de entender.
me gustaría entender como nosotros ;como seres humanos podemos darnos cuenta de esos aprendizajes , puedes citar algunos ejemplos.
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Marcela, tienes mucha razón al decir que no es sencillo de entender. Lo que ocurre es que esta teoría sostiene que un nuevo conocimiento o comportamiento puede llegar a un gran número de personas sin necesidad de que haya contacto entre ellos cuando desde distintas partes del planeta hay otros individuos que hacen lo mismo y van repitiendo el comportamiento hasta alcanzar un número suficiente que hace posible esta expansión que beneficie a todos . Un ejemplo puede ser los descubrimientos, por ejemplo del teléfono, luego de repetidos intentos en todo el mundo y por diferentes personas, uno (como el mono número 100) logra alcanzarlo, y otros con diferencia de horas o días también lo descubrieron. Luego este conocimiento se expande y beneficia a todos. Pero hay mucho más. Me encantará algún día poder conversarlo contigo en alguno de nuestros encuentros. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario e interesantes preguntas.
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Gracias
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A ti por leer esta reflexión. Me encantará recibir tus comentarios y sugerencias. Un abrazo enorme.
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Un tema muy interesante. Quiero ser el mono 99.
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Gracias por sumarte a ese gran número de personas que creemos posible un mundo mejor. Y dependerá siempre de lo que decidamos pensar, hacer y decidir cada día. Un abrazo y gracias por dejarnos tu comentario.
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