“No sé qué pasó, estaba almorzando muy tranquila en un restaurante y de pronto me empecé a sentir mal, me faltó la respiración, mi cara se  hinchó y sentí que me moría…” ¿Has escuchado alguna vez un comentario como este?  ¿Le ocurrió tal vez a un familiar, amigo o conocido tuyo? ¿Y lo que pasó después: que tuvo que acudir de emergencia a un hospital para luego de algunos pinchazos, sueros y mascarillas , descubrir que era alérgico a los crustáceos, pescado, fresas, etc.?

 La medicina explica esta reacción del organismo como una falla en el sistema inmunológico que hace que  no pueda defenderse a tiempo y con  eficacia  de la sustancia invasora generando dos tipos de reacciones: una inmediata y violenta, y otra, moderada pero que  va acumulando el efecto adverso en el organismo y a la larga afecta al paciente generando algún desequilibrio en sus sistemas y estructuras internas. Se le conoce como alergia alimentaria.

 

Y  pienso que lo mismo puede ocurrir en  las relaciones humanas.

¿No te ha ocurrido alguna vez que luego de visitar/salir/trabajar/hablar con alguien te sientes decaído o agotado más de la cuenta y con una vaga sensación de “haber perdido algo”?

Y algunas horas o días después , vienen a tu mente pensamientos como: “He visto a esta persona porque tenía que hacerlo, pero si por mi fuera…”

Puede ser que el encuentro con ese otro haya transcurrido  dentro de lo “normal”, pero muy dentro de ti hay algo que te dice que te has “sacrificado”,  que has “perdido” algo  de ti.

¿Será que la reacción adversa no la percibes con los cinco sentidos,  pero se da en un plano más sutil con el que estás conectado inevitablemente?

Hace algún tiempo leí “El Kybalión” del que alguna vez te hable en el post  CAMBIA, TODO CAMBIA; en él se establecen “Los siete principios de la verdad” que permiten empezar a comprender las “causas primeras” que explican el comportamiento del Cosmos y de cuánto en él ocurre. Menciono dos:

• Principio de Correspondencia: “Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba”,  «Como es afuera es adentro; como es adentro es afuera»
• Principio de Causa y Efecto:    “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su                                                                        causa. No existen las casualidades”

 

Si meditas estos principios, entonces  podría ser que ese malestar que sientes luego de relacionarte con ciertas personas o vivir ciertas situaciones, se deba a una “intoxicación espiritual” , a una “alergia vibracional ” , y  que tal y como lo dice la medicina tradicional, podría tener efectos inmediatos o retardados  pero que igualmente  irán afectando  tus sistemas y equilibrio interno hasta generar una descomposición futura ( enfermedades físicas y accidentes).

Escuché también a más de una brujita y místico hablar de los “vampiros energéticos” refiriéndose a las personas dominantes, controladoras, aprehensivas, depresivas, “mala onda”, que lo que hacen es “absorberte la energía” para  seguir ellos en ese estado “denso”. Esto puede tener cierta lógica, pero creo que la cosa va por otro lado.

 

Yo creo que va a depender de TI, de cuánto te conozcas y reconozcas las personas (alimentos) que te provocan o pueden provocar estos desequilibrios internos (reacciones tóxicas), estos desgastes emocionales y espirituales. Y a veces, no es solo una o dos personas sino toda una situación familiar, laboral o social (o sea, la carta completa del menú).

Aquí, una cartita:

Alimentos que pueden generar alergia alimentaria	Relaciones y situaciones que te pueden generar “alergia”
Pescado	Visitar a alguien porque le dijiste que irías o porque es lo que “debes” hacer si lo que prefieres y necesitas es ir a casa y descansar de una dura jornada .
Crustáceos	Asistir a reuniones sociales o familiares “por cumplir” cuando sabes que lo pasarás fatal.
Fresas	Estudiar una carrera que no te gusta porque te pagan los estudios y no quieres decepcionar.
Leche (Lactosa)	Mantener relaciones sociales   por obligación o temor a «no pertenecer» sabiendo que piensas y sientes muy diferente a ellos.
Trigo (gluten)	Trabajar mucho tiempo haciendo cosas que te desagradan.
Setas y frutos silvestres	Salir con alguien que te desagrada porque piensas que obtendrás de él algún beneficio.
Y sigue …	Y podría seguir …

 

Aclaro que  la tablita anterior es solo  un ejercicio juguetón y para nada pretende cuestionar las respetables razones por las que puedes decidir  hacer una o más  de estas cosas en la vida; pues no se trata de un cuestionamiento moral, sino más bien de una recomendación “sanitaria”;  porque si comes a menudo estos bocadillos, de seguro que algo se dañará y  afectará tu equilibrio en ese plano imperceptible a tus cinco atentos sentidos.

Eres TÚ y SOLO TÚ quien puede alertarte de estas alergias, pues siempre hay algo que te dice “Esto no es bueno para ti” aunque, por fuera, la persona o situación se presente  inofensivamente atractiva. Será finalmente tu decisión el ingerir por segunda  o más veces el bocadillo que sabes  que te daña.

 El sabio Pitágoras (que no solo demostró su Teorema del que posiblemente ya ni te acuerdas) desarrolló una Filosofía maravillosa , de la cual te dejo una perla :

“Lo que se hace en el plano de la vida  diaria y las relaciones humanas tiene  1% de visible, audible y perceptible por los cinco sentidos y 99% de energía no perceptible”

Creo que valdrá la pena que revises el plato de alimentos que tienes frente  a ti cada día,  y por qué no , la  carta completa .  No sea que un día de estos tengas que salir corriendo  a la sala de Emergencias y te lleves el susto de tu Vida.