Camino desde hace algún tiempo el sendero de encontrar respuestas a la pregunta:

¿Cuándo, dónde, con quién  y de qué forma puedo expresar mi gran disposición a conocer lo nuevo, a entender lo que me intriga, a  disfrutar lo aprendido y lanzarme a una aventura compartida?

 En realidad, es una pregunta algo compleja  porque hay también más de una fuerza interna  que las motiva,  así que por el momento  y para no caer en  repeticiones innecesarias las reuniremos en #GanasdeVivir.

No sé si alguna vez te pasó que  luego de extender tus bracitos y manos repletas de afecto y buenas intenciones hacia alguien muy especial para ti,  te  encontraste con un recipiente agujereado en el que  tu bella ofrenda se escurrió irremediablemente perdiéndose en terrenos áridos donde apenas sobrevivían un par de  cactus secos.

A mí me pasó y más  una vez,  y como mi vocación siempre fue la de entender el por qué de las cosas , luego de varias tardes y noches de divagaciones filosóficas, llegué a la casi conclusión que  para que #GanasdeVivir pueda encontrar el camino de su realización, más allá de este pechito,  tendría  que encontrar una disposición similar, coincidente en tiempo y espacio, con la de otro u otros mortales que se encuentren, como mínimo,  en  estado decentemente superior al de cactus deserticus.

 Entonces, el quid del asunto podría estar en esa condición de concordancia con ese otro u otros. Y en este mundo, estresado y disfuncional, plagado de buenas intenciones, gestiones, metas, pasiones y ambiciones, encontrarlo será casi como ganarse un premio de La Tinka*.

 

También pensé que #GanasdeVivir se parece en algo a  la disposición a amar  o vivir en pleno ejercicio de la facultad de amar que tan genialmente explica Erich Fromm en su libro “El Arte de Amar” en el que afirma que  el amor  es la respuesta al problema  de la existencia humana;  lo considera un arte y en su estudio desarrolla su teoría y práctica. No es mi intención entrar en detalles, porque definitivamente valdrá la pena que des una leidita a este libro antes de dejar este mundo , pero sí puedo decirte que lo que más se grabó en mi , fue que el amor es una facultad que el hombre puede (y debe) desarrollar a lo largo de su vida. Que este compromiso del hombre consigo mismo  hará finalmente posible que  pueda interactuar  con sus semejantes, evitando la separación o asilamiento sin perder su individualidad.

¡Mis respetos a E. Fromm, que nos propuso menuda tareíta !

 Como para no quejarse de aburrimiento …

 

Y es que AMAR en su dimensión profunda (aclaro lo de profunda para que no te vendan productos chinos: primorosos en apariencia pero malazos al mínimo uso)   nada tiene que ver con lo que hace o deja de hacer el otro,  con la “seguridad” de su compañía  o la “garantía” de su permanencia en tu vida. En realidad, tiene que ver con tu propia y desarrollada capacidad de amar, que abarca  mucho más que  una relación de pareja, que se extiende a todos los ámbitos de relación humana, de interacción con los reinos de vida del planeta y aún más allá…

Y escribiendo esto, apareció en mi mente una frase del brillante Marco Aurelio Denegri, que en una de esas noches de coloquios intelectuales en su programa televisivo La Función de la Palabra, hablando del amor, dijo:

“Yo no sé por qué se sorprenden del fracaso tan frecuente en las relaciones de pareja, si ya sabemos que la capacidad de amar de los hombres está desigualmente distribuida.”

Imaginemos que  en una relación se encuentran A ( una persona  con amplia  capacidad de amar y  que ha cultivado esta facultad a lo largo de su vida ) y B ( una persona que concibe el amor como posesión y solución a sus necesidades) , entonces la interacción  A+B  tendrá como resultado siempre B.

  ¿Por qué?

Porque B no tiene idea de lo que es ser A y,  por lo tanto , nunca podrá relacionarse a ese nivel. En cambio A, lamentablemente, volverá a ser B   en su intento de ser comprendido”.

Así que ¿De qué se sorprenden si se juntan dos capacidades de amar distintas?

 

Muy cierto. Pero saberlo no implica desanimarse, porque la Vida es un torrente inagotable de experiencias y oportunidades; así que #GanasdeVivir será mi mochilita viajera por muy buen tiempo , y quién sabe,  pueda acompañarme también al bajar del último tren…como reflexionaba al escribir Bon Voyage.

Mientras tanto, procuraré desarrollar sin postergaciones la tarea propuesta por E. Fromm y te invito a hacerla también, pues quién sabe un día de estos, nuestros senderos se crucen y podamos celebrar juntos, nuestras #GanasdeVivir .

 

*La Tinka: El mejor juego de lotería en Lima, Perú que sortea un pozo millonario cada semana.